12 de abril de 2010

Cómo ser una mujer y no morir en el intento.

Los hombres piensan que lloramos contra ellos. Y ahí no les engaña el instinto. Ellos nos hacen llorar, ellos provocan nuestro llanto en un noventa por ciento de los casos. Lloramos de tristeza, de soledad, de miedo, pero también de rabia, de impotencia, de indignación. Y lo hacemos, así mismo, en un uno por ciento porque nos damos lástima, nos contemplamos desde fuera y nos damos lástima. Somos tan estúpidas, tan gilipollas, tan inservibles, tan feas, tan anormales y tan acomplejadas que nos damos lástima. Los psiquiatras dicen que eso es fatal, que la autocompasión es nefasta. Pues mire usted señor psiquiatra, yo me tengo lástima a mi misma porque me sale del coño y usted y su sabiduría y pretenciosidad me tocan mucho los cojones.

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